Esta mañana puticienta ha salido a la calle. A buscar el periódico. Por aquello de que, de vez en cuando, a una se le inflama la glándula de la curiosidad y le da por culturizarse de una forma más formal, valga la redundancia. Estupendo es acercarse un sábado, temprano, al quiosquero y soltarle de buena mañana:
_ Que me llevo El Periódico, La Vanguardia, El País, El Mundo, El Punto…
Y aparte. Porque hay que estar informado, sí. Pero si resulta que algún día tienen mucha prisa, ¿qué hacen? Pues ahí les va una pequeña y prudente sugerencia. Cogen el PC, se meten en Internet. Buscan grupos multimedia en Google. Y, como si de Rappel se tratara, en cinco minutos saben quién es amiguito de quién y que va a aparecer publicado ese mismo sábado en el suplemento cultural. Lo dicho, que no hay nada como tener buenos compañeros de CAV: Club de Amantes del Vino, Comité de Aperitivos y Vermuts, Conchas Almejas y Valvas… Y así una larga lista, como diría Percebal, de “Reyes del Canapé”. Porque si hay algún elemento que hoy en día pueda descifrar el panorama de la industria cultural en España ese es la Geografía Económica (y la gastronómica, que a todo buen hombre se le conquista por el estómago).
Ante este espectáculo una se cuestiona si debería o no haber horizonte para el suplemento cultural. Si hay suplemento, tal y como indica la misma palabra, es porque existe la necesidad de ampliar o complementar una carencia, la de la cultura, reemplazando su ausencia con su presencia casi obligada. Puede que el remedio sea peor que la enfermedad, pues es bien sabido que el suplemento decide qué publicar cumpliendo antes con los compromisos extraculturales de todo el grupo. Pero pensar en eliminarlos podría convertirse en un fatal error. Tal vez lo inteligente sería, siendo realistas y asumiendo que dentro del propio periódico la cultura no tiene gran cabida, aumentar las páginas de los suplementos y publicarlos diariamente. Ya que existen, CAVilemos sobre ellos, que no está de más y nunca se sabe.
_ Que me llevo El Periódico, La Vanguardia, El País, El Mundo, El Punto…
Y aparte. Porque hay que estar informado, sí. Pero si resulta que algún día tienen mucha prisa, ¿qué hacen? Pues ahí les va una pequeña y prudente sugerencia. Cogen el PC, se meten en Internet. Buscan grupos multimedia en Google. Y, como si de Rappel se tratara, en cinco minutos saben quién es amiguito de quién y que va a aparecer publicado ese mismo sábado en el suplemento cultural. Lo dicho, que no hay nada como tener buenos compañeros de CAV: Club de Amantes del Vino, Comité de Aperitivos y Vermuts, Conchas Almejas y Valvas… Y así una larga lista, como diría Percebal, de “Reyes del Canapé”. Porque si hay algún elemento que hoy en día pueda descifrar el panorama de la industria cultural en España ese es la Geografía Económica (y la gastronómica, que a todo buen hombre se le conquista por el estómago).
Ante este espectáculo una se cuestiona si debería o no haber horizonte para el suplemento cultural. Si hay suplemento, tal y como indica la misma palabra, es porque existe la necesidad de ampliar o complementar una carencia, la de la cultura, reemplazando su ausencia con su presencia casi obligada. Puede que el remedio sea peor que la enfermedad, pues es bien sabido que el suplemento decide qué publicar cumpliendo antes con los compromisos extraculturales de todo el grupo. Pero pensar en eliminarlos podría convertirse en un fatal error. Tal vez lo inteligente sería, siendo realistas y asumiendo que dentro del propio periódico la cultura no tiene gran cabida, aumentar las páginas de los suplementos y publicarlos diariamente. Ya que existen, CAVilemos sobre ellos, que no está de más y nunca se sabe.
[Enlazo la crítica al libro de la semana de Babelia, suplemento cultural de El País. Está dedicada a Elefante Suite, de Paul Theroux. Un último apunte, por si el autor de la crítica no lo menciona. Que sepan que la editorial es Alfaguara y que pertenece al Grupo Santillana que a su vez forma parte del Grupo Prisa, como El País. Qué bonito cuando todo queda en familia...]
No hay comentarios:
Publicar un comentario