sábado, 31 de mayo de 2008

Cría 'Ristos' y te sacarán los ojos

¿Se han fijado que si le preguntan a alguien sobre OT la primera palabra que sale de su boca es Risto Mejide? Tengan por seguro que cabrón sin escrúpulos ha comprado todos los boletos para ser la siguiente. Pues que quieren que les diga... como en todos los relatos también en este chiste televisivo hay cabida y lugar para el malo malísimo que sirve en bandeja fría manzanas envenenadas y que invita a sus triunfitos a chutarse verdades con la aguja de la más cínica de las sinceridades. Puticienta es de las que entre polvos mágicos y escobas voladoras, como EvaRisto, barre y se cepilla a los cuentos maravillosos, que para susurrar zalamerías al oído y jadear cuatro piropos ya está el paleta de su barrio. Y sí. Puede que el personaje de cuento resulte un tanto hiriente. Pero ojo con los que siguen comprando números para esta tómbola de insultos e injurias, que el monstruo que se sortea cada martes en el circo es hijo y producto de todos nosotros. Como bien dice el refrán, cría Ristos y te sacarán los ojos.
[*Para aquellos que quieran conocer bien a su verdugo: ahí van un par de fantasmagóricos y crudos hartículos de Risto, publicados en la sección cultural de ADN .·. No tienen desperdicio alguno. ¡Disfruten!]


SEXO ORAL. http://www.adn.es/blog/risto_mejide/impresa/cultura/20080516/POS-0005-Sexo-oral.html#comment_2_0

LO PROMETIDO ES DUDA. http://www.adn.es/blog/risto_mejide/opinion/20080530/POS-0003-prometido-duda.html

domingo, 11 de mayo de 2008

"Los neuróticos somos los periodistas. Los escritores son los maníaco-depresivos"

JORNADAS DE PERIODISMO CULTURAL Y HUMANIDADES
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN

Divendres 9 de maig, 12.30
Barcelona, capital editorial


* Sergio Vila-Sanjuán, coordinador del suplement Cultura/s de La Vanguardia.
* Enrique Murillo, Los Libros del Lince / director del Master d’Edició de la UAB
* Gloria Gutiérrez, directora de l’agència literària Carmen Balcells.
Modera: David Barba.


"Los neuróticos somos los periodistas. Los escritores son los maníaco-depresivos", ultima David Barba, sorprendido tras las perlas editoriales que sacan a la luz los ponentes de esta segunda conferencia. Pero si algo resulta totalmente extraño y paradójico en esta compleja familia que convive entorno al libro, es que alguien tan notoriamente razonable y sensible como el librero se convierta en un asesino. Cuenta la leyenda que los hechos ocurrieron durante el primer tercio del siglo XIX. En la Ciudad Condal estudiantes, eruditos y coleccionistas acudían a su tienda, en Els Encants de Barcelona, para saciar su bibliomanía. Manuscritos de la Alta Edad Media, incunables del renacimiento y ediciones exóticas que Fray Vicent vendía al mejor de los postores, que no vacilaban en vaciar sus bolsillos para hacerse con piezas únicas como las que custodiaba el librero. Pero como añade Enrique Murillo, "la cantidad generalmente crea vicio". Ebrios por el perfume de los pergaminos y adictos al papel viejo, bibliófilos y coleccionistas aparecen muertos por doquier. ¿Por qué razón un sensible fraile, exclaustrado del monasterio de Poblet y convertido en eficaz librero, decide matar a sus clientes? Ama tanto a los libros que sólo por la voraz insistencia de los compradores se desprende de ellos. Luego sigue a sus clientes y en alguna callejuela los asesina y recupera homicidamente sus textos. Es tan grande el impacto que dicha historia causa en la sociedad internacional de la época que escritores tan prestigiosos como Charles Nodier, Jules Janin y Gustave Flaubert, entre otros, no dudan en escribir inquietantes versiones al respecto.



"Cuando el Quijote entra en la imprenta la única ciudad real que aparece en el libro es Barcelona", sostiene Sergio Vila-Sanjuán. Son estos mitos y leyendas sobre la Barcelona del libro, junto con la más reciente quimera de Zafón sobre el cementerio de los libros olvidados, los que él considera que conectan con la realidad actual de Barcelona como capital editorial. "El tejido humano de la edición está en Barcelona. Es una industria y al mismo tiempo es un ente. Cuenta la individualidad, la persona". De esta manera define Enrique Murillo la situación editorial catalana, que va en consonancia, bajo su punto de vista, con los números alcanzados en el último año en la edición española. "La prensa dice que en España no se lee. Sí se lee. Se lee muchísimo. Hay libros singulares con tiradas de más de un millón de ejemplares. (...) Estamos en un momento precioso de la industria editorial", añade el que fue editor de varias obras de Terenci Moix. Sin embargo, Gloria Gutiérrez considera que el momento es "extremo" y no estupendo, ya que "hay una gran cantidad de libros maravillosos que no encuentran su público. (...) Todos se ponen a comprar lo mismo y esto no es bueno". Cierto es, como comenta Murillo, que "este país ha odiado la lectura impresa. Ha tenido la lista de libros prohibidos más extensa de todo el planeta". De ahí el supuesto e hipotético camino de rosas que podría estar atravesando hoy en día el libro. Lo mejor del trayecto, en boca de Murillo, su perfume: "tu puedes hacer el mejor yogur del mundo y todo se queda igual. Si haces el mejor libro del mundo, todo cambia". Lo peor de la ruta, según puticienta, las espinas de la desgana. Así que, como culmina Murillo, "para cogerle la afición a esto de leer lo mejor es estar enfermo".

sábado, 10 de mayo de 2008

"Si una obra no m'agrada diré que és una merda"


JORNADAS DE PERIODISMO CULTURAL Y HUMANIDADES
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN


Divendres 9 de maig, 10.30
És possible un altre periodisme cultural? Parlen els crítics


* David Castillo, poeta i escriptor, crític de l’Avuí
* Esteve Riambau, professor de cinema i crític de l’Avuí i Fotogramas
* David Vidal Castell.
Modera: Josep Maria Perceval, professor de Periodisme Cultural (UAB).

· A lo máximo que podemos aspirar es a que nosotros mismos nos convirtamos en una obra de arte, como una especie de receptor-emisor, siendo diferentes del mundo. Alguien, a través de la cultura, tiene que empezar a dar el cambio (David Castillo)

La metamorfosis de Narciso (Salvador Dalí)


En esta profesión uno debería ser lo más apasionado e intenso posible, sin miedo a despertarse un día y preguntarse a sí mismo:

_ ¿Habré mutado? ¿me habré metamorfoseado ya en Jack The Ripper? ¿Seré capaz hoy de asaltar o destripar una obra de arte?

¡Cuidado! Porque tras esta tónica gratamente idealista, tal y como advierten los conferenciantes a su público, se esconde el verdadero carácter hostil del mundo del periodismo, más oscuro y recóndito aún si cabe en el caso del periodismo cultural. Y es que la cultura, como bien apunta Perceval, está "en todos sitios, es como Dios". Posiblemente este sea el principal motivo por el que Esteve Riambau crea que "no debemos perder nunca de vista las aspiraciones comerciales que cualquier empresa puede haber dipositado en nuestro producto". Pero éste no es el principal handicap que se baraja sobre la mesa. Desde su veteranía, ambos conferenciantes cuestionan durante su intervención si hacer crítica puede resultar un acto narcisista. Riambau lo tiene claro:

· La gent que fa crítica no projecta les seves frustracions. (...) No a les crítiques 'light' i aséptiques. El crític ha de mullar-se i despullar-se sense excessius narcisismes.

¿Qué función podría cumplir ahora un género tan característico como la crítica? ¿Nos encontramos ante un tipo de crítica dirigida cada vez más hacia el ocio o sin embargo estamos delante de un tipo de crítica analítica y profunda? ¿Cuál es el futuro que depara entonces al periodismo cultural? Hay quien, como Perceval, apuesta por la articulación de una "opa desde las páginas de cultura hacia ocio", mientras otros, como David Castillo, creen ciegamente en una sección de ocio renovada y reorganizada. Ambas tareas difíciles si tenemos en cuenta, como se comenta al final de la conferencia, que todas las editoriales en catalán pertenecen al mismo grupo editorial. Puticienta les sugiere que no olviden nunca el territorio de minas en el que se encuentran y que persigan ciegamente el ejemplo de Riambau: "si una obra no m'agrada diré que és una merda".